Franz Roh
MÁGICO REALISMO
La Neue Sachlichkeif (Nueva Objetividad) fue un movimiento pictórico nacido en la Alemania de Weimar, a comienzo de los años 20, que pervivió en suelo germano hasta el auge del nazismo. Su rechazo al expresionismo dio lugar a varias corrientes, entre las que destaca el llamado ‘realismo mágico’, que pretendía convertir lo prodigioso o irreal en algo cotidiano.
Herr Gustav F. Hartlaub, flamante director de la Kunsthalle, la sala de arte de la ciudad de Mannheim, fue quien primero se refirió a la Neue Sachlichkeif, en una invitación a la muestra que estaba planificando allá por el año 1923 y, más adelante, en un artículo donde profundizaba sobre este asunto. Harlaub distinguía dos grupos diferenciados dentro de este movimiento creativo: los llamados veristas, que representan la febril efervescencia de los tiempos contemporáneos con un arte crudo y satírico, y los realistas mágicos, término acuñado por el también alemán Franz Roh en 1924. Los realistas mágicos persiguen el objeto de arte rodeándolo de cotidiana seducción, como una realidad alterada convenientemente atractiva, aunque con un trasfondo de crítica social más o menos evidente. Aunque él nunca lo aceptara, la crítica considera al norteamericano Paul Cadmus uno de ellos.
Luigi Lucioni: Paul Cadmus (1928)
Paul Cadmus había nacido el 17 de diciembre de 1904, en el seno de una familia neoyorquina de diseñadores comerciales de humilde condición social. Su padre era un litógrafo que creaba imágenes publicitarias y su madre ilustraba libros infantiles. Cadmus recordaría más tarde aquel pobre hogar en el que vivían hacinados los cuatro, incluida su hermana Fidelma, como una casa de vecindad horrible donde abundaban las chinches y las cucarachas. Igualmente, la deficiencia de vitaminas le había provocado raquitismo infantil.
El oficio que tenían sus padres propició que Cadmus, siguiendo la tradición, estudiara arte y diseño en la National Academy of Design y, posteriormente, en la Arts Students League de Nueva York, de la mano de Reginald Marsh. Sus primeros momentos los dedica Paul a la ilustración comercial. Pero cumplidos los 27 decide viajar por Europa, que recorre entre 1931 y 1933, impregnándose de todo el arte clásico que encuentra en los principales museos, pinacotecas y galerías. Allí marchó junto a su compatriota, el también artista Jared French, su admirado colega, amigo y también amante. Entre los lugares visitados estuvo la isla de Mallorca, donde pinta un autorretrato y el cuadro de ambiente marinero titulado Mallorca's Fisherman (1932).
De vuelta de aquel periplo europeo, y con la retina impregnada de los maestros del Renacimiento, Cadmus decide pintar un lienzo radicalmente distinto a los que había realizado con anterioridad. Fruto de aplicar su talento para la ilustración a las composiciones de los clásicos, unido al dominio de la difícil técnica de la témpera al huevo, surge su celebérrima obra The Fleet’s Inn! (1934). En ella se representa la escena de una juerga entre marineros y prostitutas, de entre los que sobresale al fondo a la izquierda una pareja masculina, que sugiere un intercambio entre un gentleman bien vestido con corbata roja -código homosexual de los años veinte- y un marinero que le ofrece un cigarrillo. El cuadro, que suscitó una encendida polémica, fue suprimido de la exposición de la Corcoran Gallery, en Washington. Aunque algunos afirman que la censura provenía del Ministerio de Marina americano, en algunas biografías sobre Cadmus se afirma que la obra fue retirada por orden del mismísimo presidente Roosevelt.
De vuelta de aquel periplo europeo, y con la retina impregnada de los maestros del Renacimiento, Cadmus decide pintar un lienzo radicalmente distinto a los que había realizado con anterioridad. Fruto de aplicar su talento para la ilustración a las composiciones de los clásicos, unido al dominio de la difícil técnica de la témpera al huevo, surge su celebérrima obra The Fleet’s Inn! (1934). En ella se representa la escena de una juerga entre marineros y prostitutas, de entre los que sobresale al fondo a la izquierda una pareja masculina, que sugiere un intercambio entre un gentleman bien vestido con corbata roja -código homosexual de los años veinte- y un marinero que le ofrece un cigarrillo. El cuadro, que suscitó una encendida polémica, fue suprimido de la exposición de la Corcoran Gallery, en Washington. Aunque algunos afirman que la censura provenía del Ministerio de Marina americano, en algunas biografías sobre Cadmus se afirma que la obra fue retirada por orden del mismísimo presidente Roosevelt.
Sin duda la publicidad que generó aquel escándalo ayudó a Cadmus a relanzar considerablemente su carrera artística. Fue el inicio de una alucinante aventura plástica y vital, que ya había comenzado un año antes cuando pintó el cuadro YMCA Locker Room (1933), donde unos chicos se desnudan en el vestuario, y que continuó con otras obras suyas que fueron la pesadilla de los moralistas americanos, caso de Shore Leave (1933), y Greenwich Village Cafeteria (1934).
Todo esto sucedió gracias a que, poco antes, su adorado Jared French le convenciera de abandonar la ilustración comercial y dedicarse en cuerpo y alma a las bellas artes. De esta manera, en un mundo dominado por la pintura abstracta, las obras coloristas y sugerentes de Cadmus ofrecieron el contrapunto de mágico realismo a la estética del momento, extraña y geométrica. Y, por si esto no fuera suficiente, impregnaron de guiños gais la pintura que se hacía por aquellos años, como nadie antes había osado hacer.
LA SÁTIRA COMO INSTRUMENTO
La notoriedad de Paul Cadmus iba en aumento. Su estilo novedoso e inquietante y su capacidad de combinar erotismo y crítica social no pasaron inadvertidos a los miles de visitantes que en 1937 abarrotaron las salas de la Midtown Gallery de Nueva York para verle exponer. Incluso la revista Life le dedicó nada menos que cuatro páginas a todo color, algo reservado a acontecimientos de relevancia excepcional. Las obras de Cadmus, plagadas de satírica inocencia, reflejan un mundo de hedonismo, provocativo y desenfadado, celebrando el amor –a veces entre hombres- con inusitada domesticidad. Siempre cercano a la ilustración, donde se formó como artista, sus pinturas fueron evolucionando hacia un realismo mágico más preciso y menos caricaturizado.
Hay que decir que el contenido erótico de la mayor parte de las pinturas de Cadmus es heterosexual, aunque el homoerotismo, más latente que explícito, siempre asomaba por algún lado de alguna manera. En la mentalidad de la época, las críticas obedecían más a la lubricidad que desprendían los cuadros y a la exaltación de valores que atentaban contra la clase social, raza o moral sexual, traspasando la línea de la sátira, que a las veladas alusiones homoeróticas. Otra obra que suscitó polémicas fue la titulada Coney Island (1935), en la que ridiculizaba a la clase alta que frecuentaba esta playa neoyorquina, y que sirvió de inspiración a sendas obras homónimas de su maestro Reginald Marsh y su discípulo George Tooker. Y lo mismo sucedió con el mural Pocahontas and John Smith (1938), donde los genitales y traseros de los nativos aparecen exageradamente resaltados, dejando en segundo plano el trasunto del personaje rescatado.
LA ÉPOCA DE MADUREZ
Con la llegada de los cuarenta, la pintura de Paul Cadmus se hace más madura, menos apegada a la ilustración y a la sátira plástica y con una mayor carga filosófica. Por otro lado, sus incursiones en el terreno de la homosexualidad y los guiños gais se hacen más evidentes. Es lo que sucede con obras tales como What I believe (1948), inspirada en un ensayo homónimo de E. M. Foster, donde reconstruye a su manera la fe en las relaciones personales y su concepto de aristocracia espiritual. Aunque la formación de Cadmus siempre estuvo influenciada de alguna forma con la pintura de los grandes maestros del Renacimiento italiano, el influyo es más evidente, si cabe, en la estructura de otras obras más tardías, como The Shower (1943) y Night in Bologna (1958), donde se refleja la verdadera naturaleza del deseo, en sus diversas formas de expresión.
El ensayo de Foster fue el detonante de un profundo cambio de estilo en la pintura de Cadmus. Para Foster, los miembros de esa clase de 'aristocracia espiritual' deben constituir una secreta fraternidad entre los miembros que la componen. Estos representarán al auténtico ser humano, imponiendo la razón y la sensibilidad sobre la crueldad y el caos. Es justamente en este tiempo cuando Cadmus compone The Seven Deadly Sins (1945-49), que hoy pueden contemplarse en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Inspiradas en la pintura de Giotto, El Bosco y Brueghel, estos cuadros suponen una actualización de los horrores medievales, que en la mente de Cadmus se confunden con las nuevas apocalipsis de Hiroshima y Auschwig.
CAMBIO DE TEMA
En este cambio temático tuvo mucho que ver la relación, larga y profunda, que durante 35 años mantuvo con su novio, un rubio mocetón llamado Jon Andersson, que además fue su modelo favorito. Cadmus se topó con él por vez primera en un muelle de Nantucket en el año 1964, cuando Andersson tenía 27 años y Cadmus 57, y estuvo a su lado hasta el final de sus días. "Yo nunca más quise estar con otro", diría el pintor en más de una ocasión.
The Bath (1951), Manikins (1951), Finistère (1952) y, más tardíamente, The Haircut (1986) son un reflejo de la naturalidad con que Cadmus acepta su homosexualidad, como un hecho doméstico y casi cotidiano, coincidiendo justamente con el declinar de su reputación como artista, que cae bajo mínimos hasta bien entrados los años ochenta. Es entonces, a partir de 1986, cuando el éxito de las asociaciones de liberación LGTB fijan sus ojos en él, hasta convertirlo en pintor fetiche, pionero y referente de la pintura gay de todos los tiempos.
La notoriedad de Paul Cadmus iba en aumento. Su estilo novedoso e inquietante y su capacidad de combinar erotismo y crítica social no pasaron inadvertidos a los miles de visitantes que en 1937 abarrotaron las salas de la Midtown Gallery de Nueva York para verle exponer. Incluso la revista Life le dedicó nada menos que cuatro páginas a todo color, algo reservado a acontecimientos de relevancia excepcional. Las obras de Cadmus, plagadas de satírica inocencia, reflejan un mundo de hedonismo, provocativo y desenfadado, celebrando el amor –a veces entre hombres- con inusitada domesticidad. Siempre cercano a la ilustración, donde se formó como artista, sus pinturas fueron evolucionando hacia un realismo mágico más preciso y menos caricaturizado.
Hay que decir que el contenido erótico de la mayor parte de las pinturas de Cadmus es heterosexual, aunque el homoerotismo, más latente que explícito, siempre asomaba por algún lado de alguna manera. En la mentalidad de la época, las críticas obedecían más a la lubricidad que desprendían los cuadros y a la exaltación de valores que atentaban contra la clase social, raza o moral sexual, traspasando la línea de la sátira, que a las veladas alusiones homoeróticas. Otra obra que suscitó polémicas fue la titulada Coney Island (1935), en la que ridiculizaba a la clase alta que frecuentaba esta playa neoyorquina, y que sirvió de inspiración a sendas obras homónimas de su maestro Reginald Marsh y su discípulo George Tooker. Y lo mismo sucedió con el mural Pocahontas and John Smith (1938), donde los genitales y traseros de los nativos aparecen exageradamente resaltados, dejando en segundo plano el trasunto del personaje rescatado.
Con la llegada de los cuarenta, la pintura de Paul Cadmus se hace más madura, menos apegada a la ilustración y a la sátira plástica y con una mayor carga filosófica. Por otro lado, sus incursiones en el terreno de la homosexualidad y los guiños gais se hacen más evidentes. Es lo que sucede con obras tales como What I believe (1948), inspirada en un ensayo homónimo de E. M. Foster, donde reconstruye a su manera la fe en las relaciones personales y su concepto de aristocracia espiritual. Aunque la formación de Cadmus siempre estuvo influenciada de alguna forma con la pintura de los grandes maestros del Renacimiento italiano, el influyo es más evidente, si cabe, en la estructura de otras obras más tardías, como The Shower (1943) y Night in Bologna (1958), donde se refleja la verdadera naturaleza del deseo, en sus diversas formas de expresión.
El ensayo de Foster fue el detonante de un profundo cambio de estilo en la pintura de Cadmus. Para Foster, los miembros de esa clase de 'aristocracia espiritual' deben constituir una secreta fraternidad entre los miembros que la componen. Estos representarán al auténtico ser humano, imponiendo la razón y la sensibilidad sobre la crueldad y el caos. Es justamente en este tiempo cuando Cadmus compone The Seven Deadly Sins (1945-49), que hoy pueden contemplarse en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Inspiradas en la pintura de Giotto, El Bosco y Brueghel, estos cuadros suponen una actualización de los horrores medievales, que en la mente de Cadmus se confunden con las nuevas apocalipsis de Hiroshima y Auschwig.
Paul Cadmus: The Bath (1951)
CAMBIO DE TEMA
En este cambio temático tuvo mucho que ver la relación, larga y profunda, que durante 35 años mantuvo con su novio, un rubio mocetón llamado Jon Andersson, que además fue su modelo favorito. Cadmus se topó con él por vez primera en un muelle de Nantucket en el año 1964, cuando Andersson tenía 27 años y Cadmus 57, y estuvo a su lado hasta el final de sus días. "Yo nunca más quise estar con otro", diría el pintor en más de una ocasión.
The Bath (1951), Manikins (1951), Finistère (1952) y, más tardíamente, The Haircut (1986) son un reflejo de la naturalidad con que Cadmus acepta su homosexualidad, como un hecho doméstico y casi cotidiano, coincidiendo justamente con el declinar de su reputación como artista, que cae bajo mínimos hasta bien entrados los años ochenta. Es entonces, a partir de 1986, cuando el éxito de las asociaciones de liberación LGTB fijan sus ojos en él, hasta convertirlo en pintor fetiche, pionero y referente de la pintura gay de todos los tiempos.
Paul Cadmus podía haber sido un pintor más prolífico y reconocido de lo que fue en vida. La pulcritud y esmero con que confeccionaba sus pinturas, unida a la dificultad que entraña la técnica del temple al huevo, hizo que, a pesar de su longevidad, la obra de Cadmus nos resulte escasa. A cambio, hay que decir que su estilo inconfundible marcó un antes y un después dentro de la pintura realista de la primera mitad del siglo XX. Por suerte, además de sus cuadros de composiciones complejas y exuberantes, conservamos una muestra interesante de dibujos suyos, inspirados en los estudios anatómicos de Miguel Ángel, que nos dejan ver el enorme talento y precisión que Cadmus gastaba lápiz en mano y nos permiten degustar de sus desnudos masculinos más sugerentes.
UN GENIO DE LA PLÁSTICA
Paul Cadmus fue mucho más que un excelente pintor o un artesano de plástica depurada. Junto a Jared y Margaret French constituyó el grupo PaJaMa, de cuya intensa actividad en el campo de la fotografía experimental hoy quedan suficientes ejemplos. Fue de esos artistas ajenos a las modas, que renunció a subirse al carro de la fama por ser consecuente con su forma de entender el arte. Uno de esos creadores que, rompiendo moldes, quiso reflejar sus sentimientos y su percepción del mundo a través de sus cuadros, coloristas e intensos, en un tiempo cambiante que él supo disfrutar a su manera.
George Platt Lynes: Paul Cadmus (1955, pintando a un modelo desnudo)
UN GENIO DE LA PLÁSTICA
Paul Cadmus fue mucho más que un excelente pintor o un artesano de plástica depurada. Junto a Jared y Margaret French constituyó el grupo PaJaMa, de cuya intensa actividad en el campo de la fotografía experimental hoy quedan suficientes ejemplos. Fue de esos artistas ajenos a las modas, que renunció a subirse al carro de la fama por ser consecuente con su forma de entender el arte. Uno de esos creadores que, rompiendo moldes, quiso reflejar sus sentimientos y su percepción del mundo a través de sus cuadros, coloristas e intensos, en un tiempo cambiante que él supo disfrutar a su manera.
Paul, octogenario, junto a Jon
La muerte, tardía y remolona, le visitó en su casa de Weston, Connecticut, el 12 de diciembre de 1999, casi con el pincel en las manos, justo cinco días antes de su 95 cumpleaños. Se desconoce el lugar donde fueron depositadas sus cenizas.
(CONTINUARÁ)
PRINCIPALES OBRAS DE PAUL CADMUS
Jerry (Jared French), 1931 (Toledo Museum of Art, Toledo, Ohio, USA)
Mallorca, 1932 (autorretrato)
Shore Leave, 1932
Bicyclists (1932)
Mallorcan Fisherman (1932)
YMCA Locker Room, 1933
Coney Island, 1934
Greenwich Village Cafeteria (1934)
The Fleet's Inn!, 1934
Autorretrato, 1935
Aspects of Suburban Life I, 1935
Horseplay, 1935
The Gilding of the Acrobat, 1935
Aspects of Suburban Life II: Golf, 1936
Polo Spill, 1936
Fidelma, ca. 1936
Delaware Art Museum, Wilmington, USA
Public Dock, 1936
Venus and Adonis, 1936
Pocahontas and John Smith, 1938
Oficina de Correos de Port Washington
Sailors and Floozies, 1938
What I believe, 1938
McNay Art Museum, San Antonio, Texas
The Herrin Massacre, 1940
Columbus Museum of Art, Columbus, Ohio
The Aviator, 1941
The Shower, 1941
Reflections, 1944
(Donald Windham, Fidelma Cadmus, hermana del pintor, y Sandy Campbell, arriba)
Arabesque, 1944
Point O' View, 1945
Williams College Museum of Art, Williamstown, Massachusetts
Fantasia on a Theme by Dr. S., 1946
Fences, 1946
Georgia Museum of Art, Athens, Georgia
The Seven Deadly Sins (Gluttony), 1945-1949,
Metropolitan Museum of Art, NYC
The Seven Deadly Sins (Lust), 1945-1949,
Metropolitan Museum of Art, NYC
The Seven Deadly Sins (Sloth), 1945-1949,
Metropolitan Museum of Art, NYC
Manikins, 1951
The Bath, 1951
(Modelos: Jack Fontan y Alexander Jensen Yow)
Finistère, 1952
Mobile, 1953
Bar Italia, 1953-55
Night in Bologna, 1958
Smithsonian American Art Museum, Washington, DC
Le Ruban Dénoué: Hommage à Reynaldo Hahn, 1963
Columbus Museum of Art (Philip J. & Suzanne Schiller collection), Columbus, Ohio
Jon Andresson in white tights, 1966
Study for a David and Goliath, 1973
Colorado Spring Fine Arts Center
Autorretrato con Jon Andresson, 1973
Subway Symphony, 1975-76
DC Moore Gallery, NYC
Autorretrato de Paul Cadmus junto a Jon Andersson,
Moore Gallery, NYC
Final Study for the House that Jack Built, 1987
DC Moore Galery (NYC)
Raise and fall, 1989
Me: 1940-1990, 1990
DC Moore Gallery, NYC
DC Moore Gallery, NYC
ALGUNOS ESTUDIOS Y BOCETOS FECHADOS DE PAUL CADMUS
The Bathers, 1939
Male Nude, 1965
Courtesy DC Moore Gallery, NYC
Male Nude, 1965-66
Courtesy DC Moore Gallery, NYC
The Venetian Chair, 1983
Courtesy DC Moore Gallery, NYC
DC Moore Gallery, New York
Courtesy DC Moore Gallery, NYC
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